entrada XI





La noche era siniestra y oscura
Su alma vacia se encontraba
Abrió las ventanas de su corazón
Y le asolo la terrible tortura
Que en sus adentros asomaba
Encontró lo que nadie desea encontrar
Se topo con la nada
Descubrió que sus sentimientos estaban vacios
Que realmente a nadie había querido
Y dentro de su ser predominaba un único color
El color que es síntoma de fúnebre dolor
 el negro de el se apoderaba
Decidió que esto debía acabar
Cogió un pincel y una paleta, comenzó a pintar
De diferentes colores decidió tintar
Y poco a poco escondió
La triste soledad que le acosaba
Convirtiéndola en luces de alegría cromática
Que consiguieron reavivar su escondida sonrisa.

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