Diariamente
desaparecen en el mundo miles de niños, algunos son arrebatados de sus padres
por crueles personas que solo quieren abusar de ellos, otros porque algún
magnate rico necesita un órgano pequeño y paga por que acaben con la vida de un
niño inocente para salvar a otro con más recursos económicos, en el mejor de
los casos, los niños secuestrados pasan
a ser hijos adoptivos de gente rica que no puede ni adoptar ni tener un
hijo propio, sea como fuere los pequeños niños casi nunca aparecen ni vivos ni
muertos, la policía y la prensa se vuelcan en el caso durante una temporada,
pero al cabo de un tiempo la prensa no vuelve a mencionar el caso, como si no
hubiese existido y la policía reduce radicalmente la búsqueda; el niño queda en
el olvido siendo recordado únicamente por el dolor de los familiares quien no se pueden explicar como pueden hacer
daño a una persona tan pequeña, que no se pueden creer que su pequeño haya
muerto, que todavía tiene en su corazón el sentimiento de que un día un alma
caritativa les ayudará con la investigación y les ayudará a encontrar a su pequeño sano y
salvo, o como mínimo a encontrar los culpables de la muerte de el niño; aunque
su cabeza sepa que debe abandonar toda posibilidad de encontrar si quiera el
cuerpo de su pequeño para darle sepultura; pero este dolor es algo que la gente
ignora, la cual al principio se vuelca a
ayudar pero al cabo de los años
se olvida del caso.
Esto
lo sabía perfectamente Nora, su hija Susana, había desaparecido hacía un año,
los seis primeros meses la policía y la prensa se había volcado en el caso,
pero al no encontrar ni una prueba, la niña había pasado al olvido; Nora
siempre había creído que su pequeña estaba viva, necesitaba creerlo, ya que
había luchado demasiado para que ahora ella muriese.
Cuando
Nora tenía dieciséis años su novio casi le obligó a tener relaciones con el,
ella no estaba preparada, pero no quería que su novio cortase con ella así que
cedió, pero el destino hizo que se quedase embarazada, su madre había muerto
cuando ella era una niña, así que le contó la noticia a su padre; su padre
habló con el novio de su hija, ambos dudaban de que el niño fuese hijo del
novio, así que llegaron a un acuerdo, Nora debía dar el niño en adopción y
casarse con el chico, la mentalidad católica de su padre lo le permitía tener
hijos antes del matrimonio y puesto que el novio de Nora venia de una familia
adinerada todos creían que el matrimonio y la adopción eran la mejor opción. Pero
Nora no estaba de acuerdo y cuando supo lo que se tramaban cogió sus cosas y se
fugó de casa, no quería perder a su bebé, al fin y al cabo era su hijo y solo
suyo, no quería darlo en adopción. Se mudó a una cuidad cercana, en la cual
vivía Dani, un amigo de la infancia que su padre nunca había aceptado. Dani
aceptó vivir con ella, al fin al cabo
siempre había estado enamorado de ella. Al poco tiempo nació Susana, y Dani y
Nora se casaron.
El
20 de Octubre el teléfono de Nora sonó, era la policía, habían encontrado el
supuesto cuerpo sin vida de Susana; Nora
no podía soportar esa tortura, así que
en su cabeza empezó a aparecer la paranoia de que su pequeña seguía viva
y de que habían puesto a otra niña para engañarla, esta paranoia llegó a tal
punto que tuvo que acompañar a Dani a la
identificación del cuerpo.
En
la puerta de la sala forense esperaron el matrimonio hasta que un señor de unos
cincuenta años con pelo blanco y gafas salió para acompañarles al interior con
el fin de que afirmasen que el cuerpo que se encontraba en la camilla era el de
su pequeña.
Entraron
en la sala de la mano, pero poco tardó Susana en soltarse para correr a abrazar a la pequeña. Esta
se encontraba tumbada en la camilla con un camisón blanco manchado de barro,
entre sus tirabuzones dorados se habían enredado hojas procedentes del río; su
cara angelical ya de por si pálida, había adquirido un aspecto fantasmagórico,
ya que sus mejillas rojizas se habían
palidecido y habían perdido su frescura, sus ojos azules que recordaban al mar
embravecido estaban cerrados y bajo ellos asomaba una gran sombra morada, los
labios de la pequeña que un día tuvieron el mismo color que las fresas, ahora
estaban completamente blancos y perfilados por un color morado; a pesar de este
horrible aspecto Nora creyó que estaba durmiendo, le acarició la cara y le
dijo: “ Cariño mamá ya está aquí, despierta”, pero la niña estaba muerta,
aunque Nora no quería aceptarlo, le dio un beso en la frente la cogió de la
manita y le abrazó, el forense dijo que no creía que fuese bueno para Nora saber
los detalles de la muerte, por lo que le recomendó salir de la sala, Nora se
apartó de su hija , le dio un beso en la mejilla y le susurró algo al oído;
después salió de la sala.
Nora
no podía soportar lo que había ocurrido, así que sin que nadie se hubiese dado
cuenta, había cogido un bisturí y le había prometido a su hija que en breve se
reunirá con ella, dispuesta a cumplir esa promesa se dirigió al servicio, que
en esos momentos se encontraba vacío, se encerró en un lavabo que le pareció
más grande de lo que se imaginaba, se sentó en un rincón, cogió el bisturí de
su bolsillo, primero lo deslizó por su muñeca izquierda, la sangre empezó
a salir, Nora se mareó un poco, no por
el corte si no porque siempre había sido muy aprensiva, cuando reunió el valor
suficiente repitió la acción con la otra muñeca, en pocos minutos las lagrimas
se mezclaron con la sangre, empezó a marearse y a tener sueño, al cabo de un
rato se durmió.
Dani
estaba completamente destrozado, pero sabía
que debía mostrarse fuerte para que Nora no se derrumbase más de lo que
estaba, pero no pudo contener las lágrimas cuando le contaron la forma en que
murió la pequeña, al parecer le habían hecho dos incisiones en el lateral
derecho del cuello y le habían extraído casi toda la sangre, pero esa no fue la
causa de la muerte, eso tan solo consiguió dejarla inconsciente, la causa de la
muerte era un fuerte veneno que le habían hecho ingerir después de desangrarla,
el corazón de la pequeña no pudo soportar el fuerte veneno, que aún no habían conseguido
determinar de cual se trataba, y se había parado.
Dani
aún con lágrimas en los ojos, salió a buscar a
Nora, esta no se encontraba en la sala de espera, la estuvo buscando por
toda la planta, pero no había ni rastro de ella, Dani empezó a temerse lo peor,
le había resultado muy extraño que cediese a la primera cuando se le invitó a
salir de la sala, continuó buscándola por todo el recinto hasta que decidió
pedir ayuda al forense con el que había estado hablando, cuando ambos salieron
de la consulta para avisar a seguridad, una limpiadora salió gritando
despavorida del cuarto de baño, al parecer estaba realizando sus labores en el
cuarto de baño y se encontró con una puerta cerrada, pensó que alguna señora
estaba usando el baño, así que decidió
dedicarse primero a la limpieza de los otros urinarios, y así esperar a que saliese la señora, pero al
ver que la señora no salía decidió tocar a la puerta para preguntarle si le
quedaba mucho, en ese momento vio que un charco de sangre salía del respiradero
de la puerta intentó abrirla, pero estaba cerrada con cerrojo, le preguntó a la
señora si se encontraba bien, pero no hubo contestación.
Cuando
Dani escucho la declaración de la muchacha un escalofrió le recorrió su cuerpo,
no quería que ese pensamiento le pasase por la mente, pero sabia que era lo más
probable.
El
guardia de seguridad abrió la puerta de una patada, los malos augurios de Dani
se vieron confirmados, Nora yacía tirada en el suelo bajo un charco de sangre,
se había intentado quitar la vida con un bisturí. Al parecer tenía pulso así
que no logró sus objetivos y salvó la vida.
Nora
estuvo ingresada en el hospital durante varios días hasta que el 28 de Octubre,
día en el que enterraban a su hija y que era el sexto cumpleaños de la pequeña, había pedido el alta
voluntaria en el hospital.
El
entierro fue un de los más tristes que el inspector Márquez había visto en toda
su carrera, aunque lo observaba desde la
sombra porque todavía no se había presentado a
los padres de la pequeña, él fue quien había conseguido encontrar el
cuerpo de la pequeña y quien había continuado con la investigación cuando todos
habían desistido, el caso le recordaba mucho a su vida personal, hace unos años
su hija había sido secuestrada, violada
y asesinada; el inhumano que se lo había hecho no sufrió la pena ya que murió
de un infarto el día del juicio. Por eso tenía la necesidad de atrapar al
asesino de la pequeña.
Al
entierro también acudieron muchísimas personas que pedían venganza, también
muchas cadenas televisivas que se querían
hacer eco de la muerte de la niña, pero quien no acudió y a quien Nora echaba
en falta era a su padre, su orgullo era tal que había hecho desaparecer
completamente de su vida a Nora.
Llegó tarde a su casa, ya que se había quedado
en la tumba de su pequeña hasta que el cementerio tenia que cerrar, cuando
llegó a casa se dio una ducha, no tenía ganas de cenar, sus ojos apenas se
podían cerrar estaban demasiado hinchados por las lágrimas, su marido le obligó
a cenar, pero apenas se tomó dos cucharadas de sopa, como no le apetecía pensar
se fue a la cama a las ocho de la noche.
Pareció
que concilió el sueño enseguida, pero a las dos de la mañana una pesadilla la
despertó, había soñado con el cuerpo de la pequeña flotando por el río, intentó
conciliar el sueño, pero no pudo, cuando llevaba una hora dando vueltas por la
cama decidió ir a la cocina a por una manzanilla, entonces decidió ir a la
habitación de la pequeña, necesitaba contarle un cuento como hacía todas las
noches antes de llevarla a aquel maldito campamento, cruzó el pasillo hasta la
puerta de la habitación de la niña, entonces algo le inquietó, al final del
pasillo, de la habitación , una pequeña luz salía, Nora lo atribuyo a que Dani
había querido pasar la noche en la habitación de la pequeña, ya que no estaba
en la cama cuando se despertó, conforme se fue acercando descubrió que la luz
venia de una pequeña lámpara que le habían comprado a Susana para que no
tuviese miedo a la oscuridad.
Nora
entró en la habitación con intención de apagar la luz, abrió la puerta y vio un
bulto en la cama, pero era demasiado pequeño como para tratarse de Dani, Nora destapó la cama y por un instante
le pareció ver unos tirabuzones dorados y un camisón blanco, de repente la
ventana se abrió y empezó a correr un viento fuerte, intentó tocar los
tirabuzones pero cuando estaba apunto de hacerlo la luz estalló y se cerró la
puerta, la taza de Nora resbaló y cayó al suelo, entonces empezó a sentir escalofríos en el
cuerpo y escucho un fuerte grito que decía “ Mami tengo miedo, Mami ayúdame”, y
después unos llantos de niña pequeña, Nora quedó paralizada, estaba extrañada,
pero no tenía miedo.
Dani
abrió la puerta de la habitación y encendió la luz, los tirabuzones habían
desaparecido, Dani le preguntó a Nora si se encontraba bien, se había quedado
dormido en el salón y el ruido de la
taza lo había despertado, Nora le contó lo que había pasado, este no le dio
importancia y se la llevó a la cama.
Al día siguiente a Nora
le volvió a ocurrir lo mismo y el siguiente, así durante dos semanas, el caso
de la pequeña estaba paralizado no encontraban pruebas y esto hacía que Nora
sufriese todavía más, Dani decidió que lo mejor sería llevar a Nora a un
psiquiatra este le recetó unas pastillas, las visiones parecieron desaparecer,
pero al cabo de un mes Nora empezó a escuchar voces que pedían auxilio, se
despertaba todos los días a las tres de la mañana y oía voces desde la
habitación de la pequeña, también de vez
en cuando escuchaba ruidos que ella identificaba con el código Morse, dos
golpes descanso un golpe descanso dos golpes, era un SOS, en ocasiones, en las
pocas noches que no se despertaba, aparecía
a la mañana siguiente en la habitación de la pequeña con un camisón
blanco que no recordaba haber comprado.
Nora
quería pasar página, quería a su hija, pero no podía soportar esta tortura, así
que consulto en Internet diversas páginas esotéricas, hizo todo tipo de
brujería, pero no consiguió nada, al final mediante un foro conoció a una
médium que se interesó por el caso, había visto el caso en la prensa hace un
tiempo y estaba dispuesta a ayudarla, el problema era que Dani tenía que
enterarse de lo que Nora pretendía.
Nora
se lo explicó todo y, a pesar de que el no creía en esa cosas decidió ceder,
estaba demasiado enamorado de Nora, no soportaba verla así, por tanto si una
estafadora la consolaba el lo veía bien.
Rubí,
la médium, acudió a casa de Nora el martes por la mañana, dio un vistazo por la
casa y confirmo que habían energías extrañas en ella, por tanto concertó una
sesión de espiritismo para esa noche, decidió realizarla a las tres de la
mañana por dos motivos, un porque era a
la hora a la que Nora se solía despertar y dos porque las tres de la mañana es
la hora opuesta a las tres de la tarde, hora de la santísima trinidad, por
tanto en brujería las tres de la mañana era una hora mágica.
A
las doce Rubí apareció con su equipaje, trajo una tabla de guija, unas cartas
del tarot y unos cristales, puso los cristales por diversos lugares de la
habitación de la niña, apagó las luces y encendió algunas velas, también puso
varias fumarolas de incienso por la habitación en el suelo puso una esterilla
con las cartas y la tabla, cuando se
hizo la hora les pidió a todos que se sentasen en círculo y se diesen las
manos, también pidió que invitásemos al inspector que llevaba el caso, así que
llamaron al inspector Márquez, ella trajo a una ayudante de unos veinte años
que era quien ponía cada cosa en su lugar, los cinco se cogieron de las manos
ella empezó a decir en que consistía el
ritual, dijo que lo primero era invocar el espíritu de la pequeña, después
echaría a Nora las cartas para ver si este espíritu quería hacerle daño, más
tarde, si todo iba bien procederían con la guija, por último, si el fantasma lo
permitía ella mantendría una
conversación directa con el. Cuando Dani escuchó esto intentó marcharse de la
habitación, pero a petición de Nora se quedó, el inspector en cambio parecía
tranquilo, como si ya hubiese hecho esto antes.
En
primer lugar todos se cogieron de las manos y
Rubí comenzó a decir algo en latín, cuando cesó le pidió a Nora que
eligiese una carta, no la enseñó, pero dijo que el fantasma necesitaba ayuda y
que Nora era la única que podía ayudarle, no le iba a hacer daño. Más tarde
pidió a todos que pusiesen la mano en la púa de la guija entonces empezó a
preguntar la púa se movió, la ayudante de Rubí era la encargada de apuntar las
palabras, la púa mostró: N-O-R-A-A-Y-U-D-A-M-E-N-O-R-A, a la médium le resultó
extraño que el espíritu llamase a Nora por su nombre, no decía nada más que el nombre
de Nora o le pedía ayuda, la médium pidió hablar con la niña en directo, esta
contestó: N-O-S-O-L-O-C-O-N-N-O-R-A. Al
cabo de un rato Rubí se puso a hablar sola, había establecido conversación con
la niña.
Rubí
le dijo a Nora que el fantasma no era su hija si no una niña que había muerto
por los mismos asesinos que su hija y que querría hablar con ella pero algo se
lo estaba impidiendo, entonces Nora se acordó de que no había vuelto a hablar
con la niña desde que se medicaba, la sesión finalizó y todos se fueron a su
casa.
Los
días siguientes Nora no se tomó la medicación y al cabo de una semana pudo ver
a la niña, al principio no podía mantener conversaciones con ella, pero al cabo
de un tiempo la veía nítidamente, era como si fuese una persona
normal, la niña no recordaba mucho de su muerte, le contó que había muerto
hacía mucho y que los primeros años estaba aturdida, por eso no había podido
aparecer su hija, al morir de aquella manera un fantasma no sabe que ha muerto
y se tiene que acostumbrar al mundo de los muertos, pero no había tiempo los
asesinos de las niñas volverían a atacar pronto y de forma más sanguinaria, tenían
que remediarlo, por desgracia la niña no sabia donde la habían matado ni quien,
ya que esas imágenes estaban borrosas en su memoria.
Nora
decidió ocultarle a su marido lo que podía hacer con la niña y también que
había decidido dejar de tomar las
pastillas, Dani creía que las pastillas empezaban a tener efecto y que a Nora se le había ido de la
cabeza toda la tontería de la médium, cuando en realidad Nora y Rubí se seguían viendo a escondidas.
Nora
se dio cuenta de que necesitaba investigar en los archivos de la policía para
poder encontrar el culpable, así que fue a visitar al inspector Márquez, cruzó
la puerta del despacho de este, cuando el inspector se encontraba en el baño,
se sentó en la silla y observó una fotografía en la que aparecía una niña de
unos catorce años era guapísima tenia el cabello corto estilo Cleopatra, su tez
era blanca y su cuerpo delgado le daban un aspecto muy vital, era tan bella que
parecía que era la chica que venia con el marco, el inspector llegó se
sentó en su silla y se saludaron:
-Es
una chica muy bella la de la foto-
-Es,
era, mi hija-el inspector bajó la mirada
-Lo
siento, se como se siente.
-Verá
estoy aquí por una proposición que le va a sonar muy extraña, ¿Se acuerda de la
sesión de espiritismo?- el inspector asintió con la mirada y Nora continuó-
desde ese momento deje de tomar la medicación y estoy viendo a una niña que
tiene que estar relacionada con la muerte de mi hija, al parecer murió igual
que ella, necesito que averigüé quien es y si es posible ver los detalles de la
muerte de mi hija, solo así podré saber la verdad-
El
inspector no contestó y al cabo de dos minutos Nora prosiguió:
-Da
igual déjelo, no me tome por loca y no lo comente, si no quiere ayudarme ya me buscaré las castañas del fuego yo
solita no se ni porque he venido-
Mientras
decía esto Nora se levantaba y pretendía irse, cuando estaba a punto de salir
por la puerta el inspector empezó a
hablar:
-Lo
siento, es que todo esto me trae tantos recuerdos-
-Si
que la creo verá, hace unos años mi hija, la chica de la foto, desapareció,
gracias a una médium pude encontrar su cadáver y el culpable, al parecer un
vecino de su amiga se había obsesionado con ella, la secuestró, violó y mató-Se
hizo un silencio que duró unos minutos, entre lágrimas el inspector prosiguió-
Por supuesto que le ayudaré cuente conmigo-.
Los dos estuvieron mirando en los archivos la
posible identidad de la niña por desgracia no habían documentos
informatizados antes de diez años atrás,
por lo que tuvieron que mirar en los archivadores del sótano, esto les llevó una semana entera, casi no descansaban, por
suerte el inspector no tenía mucho trabajo y se podía dedicar casi
exclusivamente al caso, descubrieron que la niña que veía Nora se llamaba
Celia, había muerto en el 1930 su cuerpo había sido encontrado en el mismo
lugar que Susana y en las mismas circunstancias, ella no fue la única niña que
encontraron , si no que había otras veinte a lo largo de unos cien años, el
primer caso se databa en 1900, todas las
chicas se habían encontrado en el río, eran físicamente muy parecidas, habían
muerto envenenadas y se les había extraído mucha sangre, además todas procedían
de madres jóvenes que habían dejado
solas a sus niñas o que no se encontraban con ellas en el momento del
secuestro.
El
caso era demasiado extraño no se trataba de un asesino en serie, había
demasiada distancia en el tiempo, en ese momento Celia se apareció otra vez a
Nora.
-Mamí,
ya recuerdo algo- Celia le había tomado mucho cariño a Nora por ello para ella
era su madre- recuerdo estar en una habitación muy lujosa, me recordada a las
de princesas, me dieron mucha comida, me cambiaron de ropa y me peinaron,
después me tumbaron en una piedra alta decorada con muchas flores, eran muy
bonitas las flores, entonces una chica me cogió de la mano, otro hombre me
apartó el pelo y me puso un collar con un tubo negro, empecé a sentirme cansada
y mareada, me quitaron el collar y me dieron un poco de agua que sabía muy rara
y ya no recuerdo nada más, mamá tengo miedo de que esos hombres malos me
vuelvan a hacer pupa, tengo mucho miedo- la niña empezó a llorar.
-Tranquila
cariño, ahora estás a salvo este hombre y yo vamos a atrapar a esos hombres
malos.-
-Vale
mami, pero date prisa, esos hombres malos van a hacer daño a otra nena ya están planeándolo los he visto- no dejes
que le pase lo mismo que a mi, no dejes
que le hagan daño por favor mami.
-Tranquila
mi vida esos hombres no harán daño a ninguna nena más aquí estoy yo para
impedirlo.
Cuando
la niña se fue Nora le contó lo que había averiguado al inspector, los dos
llegaron a la misma conclusión, los asesinos de las niñas pertenecían a una
secta.
Esa
noche Nora decidió llamar a Rubí para contarle lo sucedido, cuando colgó el
teléfono Celia apareció como cada noche, Nora la acostó en la cama de Susana,
la arropó y le contó un cuento, pero tuvo tan mala suerte que Dani llegó antes
de trabajar y descubrió lo que estaba haciendo, discutieron:
-Nora
¡Susana está muerta!
-No
es Susana es Celia
-Ya
estamos, nunca tenías que haber visto a esa estafadora, estoy cansado, ella no
te va a devolver a Susana esta muerta.
-No
quiero que me devuelvan a Susana sólo quiero que se descubra el asesino de mi hija, sólo eso.
-
Entonces que hacías, seguro que esa loca te está metiendo ideas en la cabeza,
te obligo que no la vuelvas a ver.
-No
la he vuelto a ver.
-A
sí, miremos en rellamadas- él último número marcado era el de Rubí.
-Venga
ya, no me mientas, tómate una pastilla de las que te receto el doctor.
Dani
revolvió los cajones en busca de las pastillas, hasta que se encontró un cajón lleno de pastillas que supuestamente
Nora se había estado tomando para no ver alucinaciones.
-¿Cuánto
tiempo llevas sin tomarte las pastillas?
-Si
me las tomo no puedo ver a Celia
-¿Cuánto?
-Desde
la sesión de espiritismo
-Dios
mió, Nora no te das cuenta de lo que esta haciendo esa bruja es una estafadora,
tienes que tomarte las pastillas sólo así te curaras.
-Si
me tomos las pastillas no puedo ver a Celia y no encontraré al asesino.
-Cariño,
Celia es sólo parte de tu imaginación, el asesino lo encontrará la policía,
tómate las pastillas, venga.
-No
me las voy a tomar, no estoy loca, Celia existe, bueno existió.
-Cariño
o te tomas las pastillas o, o, o te vas de casa; yo, yo ya no puedo seguir con
esto- Dani se puso a llorar-te crees que para mi ha sido fácil, ella era mi
pequeña, pero no he querido mostrar dolor por ti tenía que mantenerme firme y
fuerte.
-Venga
no me vengas con tonterías tu no eres su padre no la quieres igual que yo.
-o
te tomas las pastillas o te vas de casa, no quiero vivir con una loca.
Nora
cogió sus maletas y se fue, estuvo un
buen rato dando vueltas por la calle, no sabia donde ir, estaba desolada, se
sentía como cuando se quedó embarazada de Susana, entonces recibió una llamada
del inspector, antes de dejarle hablar le contó lo que había pasado, el inspector
la invitó a alojarse en su casa durante una temporada, al
parecer vivía solo su mujer había fallecido en el parto de su hija.
Cuando
Nora llegó a casa del inspector, este le dijo que podía alojarse en la
habitación de invitados; Nora dejó sus pertenencias y se dirigió al comedor para
hablar con el inspector; este le comentó que habían encontrado una marca en el
muslo de todas las niñas era una alfa y una omega tachada, al parecer se lo habían
hecho los doctores al nacer, Nora recordó que su niña tenia una marca de
nacimiento, pero ella nunca había sabido lo que significaba. El inspector le
explicó que era la primera y la última letra del alfabeto griego, se solía
poner en las lápidas, representaba el principio y el fin, era como que todo lo
que empieza debe acabar, que toda vida tiene una muerte, lo que resultó
inquietante era que la omega, la representación del fin estuviese tachada.
Entonces
a Nora se le ocurrió la brillante idea,
la inmortalidad, era una secta que
buscaba la inmortalidad, todo cuadraba, entonces el inspector y Nora llegaron a
la conclusión de que la secta era una secta vampírica debido a las marcas
encontradas en el cuello y debido a la marca, entonces el teléfono móvil
de Nora sonó, era Rubí.
Nora
le explicó a Rubí más detenidamente todo lo que había ocurrido, Rubí decidió
pasar una temporada en la casa del inspector así los tres juntos podrán
descubrir antes la verdad.
Cuando
Rubí llegó y se sentó comenzó la investigación, Rubí había llegado a unas
conclusiones.
-
No se trata de una secta vampírica, si fuese así se hubiese encontrado restos
de saliva en el cuello y Celia recordó que le habían puesto un collar no que le
habían chupado el cuello, conozco muchos fanáticos del vampirismo, no son tan
preparados ni cuidadosos y suelen desangrar a sus víctimas, además sus víctimas
suelen ser jóvenes con los que mantienen relaciones antes de matarlos, ya sabes
el mito de Drácula, pues ellos lo siguen al pie de la letra, son dementes,
estas personas son más preparadas, no están locos, o ellos creen no estarlo,
les han educado para ello, seguramente sean personas que parezcan inocentes,
con estudios cultos, están dirigidas por un líder, encontrando al cabecilla
podremos deshacer toda la secta.
-Entonces,
¿De que crees que se trata?- preguntó Nora.
-Son
solo suposiciones, pero creo que se trata de una secta que busca la
inmortalidad, durante toda la historia ha habido locos que querían la vida y la
belleza eterna, en la edad media se creía que si bebías la sangre de unas
hermosas niñas rejuvenecías y nunca morías, un tal claudio en la Roma antigua aspiraba el
último suspiro de vida de sus víctimas, decía que eso le convertiría en
inmortal- el inspector interrumpió a Rubí.
-Lo
cierto es que se encontró un poco de saliva de alguien extraño en la boca de
las niñas, pero con el agua se había deteriorado y no se podía obtener ADN.
-Además
la marca de las niñas tiene la omega tachada, es como si el líder de la
organización se negase a morir.
-Pero,
no lo entiendo, llevan haciendo esto más de cien años, supongo yo que ha muerto
como mínimo el primer y el segundo líder, ¿porque no han desistido?-preguntó
Nora
-Habrán
encontrado alguna supuesta razón para que no funcionase, quizás también hayan
mejorado la técnica y añadido nuevos ritos, no me extrañaría nada que también
hayan comido órganos de otras personas, quizás de algún camicace que se
encuentre entre ellos, y también temo que pronto pasen a hacer cosas más
violentas-
-¿A
qué se refiere con cosas más violentas?-
-Inspector,
como he dicho desde siempre se ha querido ser inmortal y muchos han llegado
a incluso torturar, a comerse vivo a sus
víctimas y a someterlas a muchísimas depravaciones con tal de conseguir la vida
eterna, es la filosofía, si se puede llamar así, de una muerte de un niño da más
vida a un adulto.
-Pero,
como vamos a conseguir atrapar a los dementes de la secta, tengo que acabar con
ellos, tengo que vengar la muerte de mis hijas-
Al
inspector le pareció extraño que Nora se haya referido a Celia como su hija,
pero Rubí sabia el vínculo que se podía llegar a formar con un espíritu.
-
A ver, me habéis dicho que Celia ha dicho que otra niña estaba secuestrada ¿No
es así?, pues si averiguamos quien es la niña quizás yo pueda localizarla, es
difícil, pero quizás pueda conseguir telepáticamente saber lo que siente y
teletransportar mi alma junto a ella-
-De
acuerdo, pero señoras primero vamos a dormir que es tarde y mañana será un día
duro.
Como
el inspector sugirió los tres se fueron
a la cama, a la mañana siguiente buscaron en la base de datos desapariciones de
niñas que tuviesen un aspecto parecido a las víctimas, cuando encontraron todos
los casos posibles, investigaron a las madres, solo podía ser una madre joven,
la lista se redujo, después llamaron una por una a las familias preguntando por
la marca, por fin dieron con la niña, el inspector le pidió a la madre de la
pequeña una prenda personal de la niña, para que la médium pudiese conectar
telepáticamente con la niña.
Hicieron
el mismo ritual que en casa de Nora, solo que está vez sustituyeron los
elementos, la médium contaba esta vez con un péndulo, un mapa, las cartas,
el osito de peluche de la pequeña, y una
grabadora especial que captaba las almas, nadie además de Rubí, quien la había
diseñado sabía como se conseguía, pero habían dos cámaras una se ponía en la
habitación, cuando aparecía un alma se veía una silueta rojiza en una de las
dos pantallas, la otra pantalla la llevaría Rubí, al parecer lo que iba a hacer
era despegar su alma de su cuerpo para
teletransportarla junto con la pequeña, pero esto tenía sus riesgos, su cuerpo
estaría muerto, con lo que si algo salía mal ella podía no regresar a su
cuerpo, la cámara que llevaría consigo permitiría a Nora y al inspector ver lo
que ella estaría viendo, no lo verían nítidamente, como lo vería ella pero sí
que podrían ver algo, en la otra imagen aparecería una silueta rojiza, que sería la sombra del alma de Rubí, la
misión del inspector y de Nora consistía en controlar que la sombra no se
pusiese azul, ya que si el azul llega a azul oscuro Rubí no podría regresar
hasta su cuerpo y moriría. Si la sombra se pone azul tendrían que leer un texto
en latín antes de que la sombra se pusiese azul oscuro.
El
péndulo lo usaría si descubre la ubicación de la secta para marcarlo en el mapa.
Nora
pidió a Celia que acompañase a Rubí en su misión, para que pudiese guiarla por
el edificio de la secta.
Se
preparó todo y empezó la misión, lo
primero que apareció fue una sombra azul oscuro, era una sombra pequeña, la de
Celia.
Más
tarde empezó a aparecer una sombra de un rojo vivo, en el segundo monitor
apareció la habitación donde se encontraban de repente la imagen salió de la
habitación, volaba por la ciudad, pero la oscuridad de la noche y la gran
velocidad que adquiría la sombra impedía ver por donde viajaba, de pronto, la
imagen paró en una habitación, era una celda, nada que ver con la lujosa
habitación que dijo Celia, Rubí sintió que la niña tenía mucha hambre, llevaba
días sin comer, las dos almas fueron por el edificio, el monitor dejaba ver a
una sombra azul delante por lo que el
inspector y Nora pudieron ver que Celia llevaba la delantera, caminaron y
entraron en muchos pasillos y en muchas habitaciones, se cruzaron con muchas almas azules, algunos eran pequeñas otras más grandes, Nora
pudo oír en monitor como Celia le decía a Rubí que todas esas almas eran de las víctimas que
se habían cobrado la investigación.
Siguieron
caminando hasta un sótano donde había un laboratorio que trataba de sacar la
fórmula de la juventud y de la vida eterna, en otra sala un grupo de hombres y mujeres
vestidos de blanco hablaban de la niña al parecer querían hacerla sufrir para
adquirir lágrimas de dolor y una sangre que ha vivido un sufrimiento, ya que no
había funcionado las otras muertes. En otra sala había un hombre y una mujer
adultos que estaban secuestrados, en la sala contigua un grupo de mujeres de
raza gitana estaban extrayendo los órganos de
un cadáver, esos órganos fueron transportados a la cocina, al parecer
iban a ser ingeridos por el líder, las dos almas decidieron seguir a los órganos
para llegar hasta el líder, pero cada vez que se acercaban a la sala Rubí se sentía
más cansada y la sombra de la otra pantalla se volvía cada vez más azul, pero
aún así quería seguir adelante, a pesar
de que telepáticamente Nora insistía a Celia de que abortasen la misión, pero
Rubí lo ignoraba y continuaba hacia delante, la sombra seguía cada vez más y
más oscura, en el pasillo que llegaba a la habitación del líder Rubí pudo ver a una cara conocida,
su ayudante, la joven que había llevado la primera vez a casa de Nora pertenecía a la secta, ya
sabia porque no había podido acudir ese día a la sesión.
La
puerta del líder se abrió, Rubí estaba apunto de ver la cara del fanático, pero entonces
apareció de nuevo en la habitación, el inspector y Nora habían decidido decir
la palabras en latín, la sombra estaba a punto de ser totalmente azul oscura.
Cuando
Rubí despertó dijo que la habitación del líder estaba protegido, también
dijo que esto había servido para algo
más de lo que se creían, Rubí averiguó que su
ayudante pertenecía a la secta, al tener relación con el líder tendría
que ser bastante importante en la orden, así que decidieron seguirla durante un
tiempo, al final dieron con el lugar donde se encontraba la secta, llamaron a
la policía, pero no esperaron a que esta llegaron y entraron, los tres se
armaron con varias pistolas cada uno, por lo que pudiera ocurrir, se
dividieron, Nora, guiada por Celia iría a liberar a la pequeña, Rubí y el
inspector irían en busca del líder.
El
camino de Rubí y del inspector fue complicado tuvieron que salvar varios
impedimentos, estuvieron a punto de ser
pillados por miembros de la secta, pero lograron esquivarlos, por fin se
encontraron en el pasillo donde al final estaba la habitación del líder,
estaban a punto de llegar casi podían
tocar el pomo y de repente alguien atacó al inspector dejándolo inconsciente,
Rubí cogió el arma y in pensar disparó contra el agresor, cuando se dio cuenta,
descubrió que por primera vez en su vida había arrebatado la vida a una persona,
además conocía al muerto, era su ayudante, se fue corriendo hacia el inspector
quien acababa de recobrar el conocimiento, los dos abrieron la puerta y no
encontraron a nadie en su lugar una nota, en la nota ponía que habían caído en
la trampa, ahora Nora moriría y por fin los dos líderes adquirirían la inmortalidad.
Nora
cogió a la niña secuestrada cuando la abrazó y le dijo que estaba en buenas
manos la pequeña le contestó, que huyera que era una trampa, tras decir eso una
risa conocida se escucho por detrás.
-Sabía
que vendrías, eres igual que tu madre.
-Papá,
tu eres el líder, pero ¿porqué a tu nieta?
-Te
lo hubiera hecho a ti si tu madre no se
hubiese metido, esa zorra se llevó su merecido, pero a ti ya te conocía
demasiada gente como para matarte, pero ahora puedo hacer que todo parezca un
suicidio.
-Pero,
¿Por qué?
-Mi
familia lleva desde siempre intentando
conseguir la inmortalidad, todo viene desde la época de la inquisición
un antepasado mío comió testículos de vagabundos
y torturó a un bebe hasta la muerte, pero no lo consiguió, ahora yo tengo la
fórmula, pero necesito tu sangre, debes morir.
-Pero
si es hereditario ¿Por qué no quieres que yo también sea como tu?
-que
porqué ¿tu te has visto? Eres un mujer
en la orden los líderes sólo pueden ser hombres, pero tranquila, tienes
sustituto.
De
entre las sombras salió un rostro muy conocido para Nora, el padre de su hija
era el segundo líder de la orden.
El
padre de Nora se cansó de tanta chachará y decidió que ya era la hora Nora debería morir, cogió el cuchillo y cuando se disponía
a matar a Nora la policía llegó a la sala, el inspector, con una grieta en la
cabeza disparó y asesinó al padre de Nora.
Todo
había acabado.
Dani
llegó en seguida, lamentó todo lo que había pasado y se disculpó ante
Nora,
Un año más tarde juzgaron a los miembros de la secta, el padre de Susana fue
condenado a cadena perpetua, el padre de Nora había muerto así que no se pudo juzgar,
el resto de miembros fueron encerrados en un manicomio; pero aún quedaba un
asunto por solucionar; Celia dijo que tenia que irse que sus padres la
reclamaban y debía cuidar de Susana:
-No
te vayas ahora eras tu mi pequeña no puedo soportar otra pérdida más-dijo entre
lágrimas.
-Tranquila,
siempre estaré contigo- dijo mientras le acariciaba la barriga, después se
desvaneció.
MESES
MÁS TARDE.
El
inspector y Rubí llegaron a la sala del
hospital donde se encontraba Nora ingresada, ambos entraron cogidos de la mano,
la barriga de Rubí ya empezaba a dibujar una curvita, en seis meses tendrían un
pequeño bebé.
Nora
cogió a su pequeña y la depositó en brazos de Rubí, diciéndole, Rubí mira esta
es la pequeña Celia, Rubí sonrió.
Nora
recordó las palabras que le había dicho Celia unos meses antes, siempre estaré
contigo y miro la marca del muslo derecho de su pequeña, marca que esta vez
sabia con seguridad que era una marca de nacimiento, el alfa y la omega, pero
esta vez sin tachar, sabia perfectamente quien era su pequeña.